Vivimos en el período de la historia en el que más se ha enfatizado la materialidad del cuerpo humano. Hospitales, industrias farmacéuticas, clínicas de belleza o estrategias de nutrición son imperios cimentados en esa esperanza última e ingenua de interrumpir la decadencia y no perecer jamás. Es este momento, cuando más cuidado hemos puesto en nuestra propia presencia corpórea, que es aún más necesaria la reflexión crítica sobre el entretejido biológico que nos conforma; así como sus implicaciones en la relación con nosotros mismos y el entorno.
En esta línea de pensamiento, el Museo Arocena se enorgullece en presentar La ida. Esculturas de Teresa Olabuenaga, un trabajo que esta artista mexicana realizó a partir del trabajo de recogimiento e introspección producto de la experiencia de su hospitalización en julio del 2011. Este hecho biográfico sumado a sus más de treinta y ocho años de trayectoria artística, nos plantea reflexiones en torno al cuerpo y el papel que éste ocupa en el imaginario del arte contemporáneo.
Las veintisiete esculturas y textos que las acompañan tienen como protagonistas a ojos, manos, pies, sangre, brazos, riñones y otras partes del cuerpo que la artista disecciona en un exhaustivo ejercicio plástico de auto comprensión. Distribuidas en distintas locaciones de las salas permanentes del Museo Arocena, las piezas confrontan al visitante en un intercambio abierto de lecturas e interpretaciones.
Por este medio, queremos hacer un especial agradecimiento a la artista por su activa colaboración en la gestión y el diseño de esta exposición; así como a Teresa Martín Arroyo, Alda Carrasco, José Raúl Pérez Fernández y Ana María Olabuenaga Martín, personas sin cuya participación esta exhibición no hubiera sido posible. A todos los involucrados, y a nuestros visitantes, un profundo agradecimiento de parte de la Fundación E. Arocena y el Museo Arocena.